“He estado llamado su atención hacia la potencia de la Marea. Hay más inteligencia y potencia en ella que en cualquier fuerza ciega que pueda ser aplicada con seguridad desde el exterior”
W.G. Sutherland – “Teachings in the Science of Osteopathy”
“Permite a la función fisiológica interior manifestar su propia potencia infalible en lugar de aplicar una fuerza ciega desde el exterior”
Con estas breves frases, W. G. Sutherland cambió el paradigma de la osteopatía craneal que él mismo había estado enseñando. Su discípulo y amigo Rollin Becker se refiere a esta segunda frase en el prólogo del libro “Enseñanzas en la Ciencia de la Osteopatía”, que contiene varias de las charlas de Sutherland transcritas por Anne Wales. Becker señala que ese pensamiento relacionado con la no aplicación de fuerza ciega del exterior, estaba orientado de manera específica para su uso con los patrones de salud y enfermedad del mecanismo craneosacral. Sin embargo, en esta misma introducción, Becker también deja clara su opinión de que este es un principio que puede ser aplicado a toda la fisiología corporal.
Sin aplicar fuerza ciega…
¿Podemos nosotros ir un poquito más allá de la anatomía y de la fisiología?
Un destacado discípulo de Rollin Becker, el osteópata Jim Jealous, fue la primera persona que desarrolló el concepto de los “tres cuerpos”. Es un concepto metafórico que describe una organización basada en la existencia de tres cuerpos interrelacionados de manera holográfica: un Cuerpo Físico (“soma”), un Cuerpo Fluido y un Cuerpo Energético (al que Jealous llamó el “cuerpo de marea”). En la Terapia Craneosacral Moderna, Franklyn Sills adoptó este modelo para explicar el comportamiento holístico del ser humano.
El propio Jealous, cuando habla de su aproximación al tratamiento del Cuerpo Fluido, lo compara con estar en la naturaleza y querer acariciar a un animal salvaje: si te acercas a él, huirá asustado. Otra vez, sin aplicar fuerza desde el exterior… Si alguien me preguntase cuál es la diferencia entre la Terapia Craneosacral Biodinámica y cualquier otro modelo de terapia craneosacral, seguramente le respondería que nosotros “no aplicamos fuerza ciega desde el exterior”. En la evolución de “nuestra” terapia, esta frase ha ido adquiriendo nuevas implicaciones.
Por un lado, nosotros basamos nuestra aproximación terapéutica en la escucha, y no en el intento de “arreglar cosas”. No aplicamos fuerza externa, esto se pone especialmente de relieve cuando estamos en el nivel del Cuerpo Físico. Por otro lado, también escuchamos la Marea como fenómeno de la Respiración Primaria, especialmente en el Cuerpo Fluido. Sentimos la Potencia y la Inteligencia infalibles de la Marea como factores terapéuticos en el organismo.
En palabras de Jealous:
“la Biodinámica es una orientación específica, tanto diagnóstica como terapéutica, que se basa en el reconocimiento de la presencia exterior de la Respiración Primaria durante el proceso terapéutico como el fulcro primario a través del cual uno se relaciona con las fuerzas terapéuticas”.
De este modo, la orientación de nuestra atención hacia la Respiración Primaria, en cualquiera de sus manifestaciones, su identificación y su reconocimiento cuando se presenta o cuando se detiene de manera evidente, forman una base firme en el concepto biodinámico. Reconocemos que la Respiración Primaria está presente y que es nuestro fulcro para relacionarnos con la Salud.
El Plan de Tratamiento Inherente
Rollin Becker fue un paso más allá en sus apreciaciones sobre el tratamiento:
“Hay una Inteligencia en el cuerpo, y el Plan de Tratamiento es Inherente: apártate del camino de lo que necesita ocurrir”.
En ese punto, Becker aporta uno de los conceptos más importantes de la Biodinámica Craneosacral y en el que reside gran parte de su belleza y fortaleza: es el concepto del Plan de Tratamiento Inherente. Tal como dice Franklyn Sills: “el [concepto] del plan de tratamiento inherente nos orienta al conocimiento de que el surgimiento y la secuenciación de lo que tiene que ocurrir en un proceso de sanación dado es una función de la Respiración Primaria, no del análisis del terapeuta, y se desplegará a su propia manera”. Por tanto, continúa: “el terapeuta tiene que desarrollar un estado interno de quietud, orientación y escucha que abre una puerta perceptiva a este proceso intrínseco”.
El Plan de Tratamiento Inherente es un concepto que identifica plenamente lo que es la Terapia Craneosacral Biodinámica. Supone la creencia en que existe una “salud inherente” que se está manifestando de manera continua, incluso en aquellos “lugares problemáticos” del cuerpo, e incluso en los momentos de mayor sufrimiento en cualquier ser. Supone la creencia en que, dadas las condiciones idóneas, esta salud inherente actuará para sanarnos.
El Plan de Tratamiento Inherente tiene varias maneras de desplegarse. Quizá lo haga como un fenómeno de Marea Larga, o quizá como una resolución de un fulcro en el cuerpo fluido, o quizá con un sanador momento de Quietud Dinámica. En cualquier caso, siempre ocurrirá lo que la Inteligencia infalible de la Respiración Primaria encuentre como lo más apropiado. En este sentido, intentar guiar el Plan en uno u otro sentido supondría “aplicar fuerza ciega desde el exterior”. Ninguna de las opciones es mejor que la otra (salvo en la mente de algunos terapeutas), y siempre ocurrirá lo que el Plan determine como la mejor opción. Esa es, también, la esencia de la Biodinámica.
En la Terapia Craneosacral Biodinámica, la salud inherente se manifiesta como “potencia biodinámica”, que es una cualidad de la Respiración Primaria. Según dice Sills: “la habilidad para orientarse a estas fuerzas inherentes es una habilidad perceptiva que debe ser desarrollada por todos los terapeutas”
Desde esta perspectiva, la salud no es una función de la fisiología del cuerpo, sino su esencia organizadora. Es omnipresente y eternamente presente. La salud actúa en cada proceso experiencial desde que nacemos hasta que morimos.
Crear las Condiciones Adecuadas
En el contexto anterior, el papel del terapeuta craneosacral biodinámico es percibir la salud y facilitar su expresión incluso en las situaciones más desesperadas.
Volviendo a Rollin Becker, él describe con estas palabras cómo se preparaba para “hacer” un tratamiento:
“He identificado, en la quietud que he buscado dentro de mí, una especie de contacto invisible con este patrón rítmico y fluctuante; estoy respondiendo automáticamente a este movimiento involuntario de la Marea dentro de mí. Cuando sintonizo una relativa quietud dentro del paciente, incluso antes de empezar a trabajar, estoy en sintonía con la base del ser de ese paciente, que es también un movimiento similar, parecido al de una Marea. De esta manera, me estoy callando para poder presentarme silenciosamente al paciente. Aún no lo he visto, pero reconozco que el paciente tiene el mismo mecanismo que yo. Sólo entonces dejo entrar al paciente en la sala de tratamiento.”
Estas afirmaciones contienen la esencia de la Terapia Craneosacral Biodinámica: la importancia de la presencia terapéutica y de la creación de un campo relacional. Todo el tratamiento comienza con Becker sintiendo su propia Respiración Primaria para luego conectar con la Respiración Primaria del paciente (o sentir que en él está presente) incluso antes de que el paciente entre en su consulta. Sin verle. Realmente impresionante que se atreviera a escribir esto en los años 60 del siglo XX, en un contexto osteopático.
Quizá la identificación y el reconocimiento del despliegue del Plan Inherente de Tratamiento sea una de las habilidades clínicas más importantes a desarrollar por el terapeuta craneosacral biodinámico. Pero, sin duda alguna, la habilidad para la creación de un campo relacional de calidad con el paciente es la base para que el propio Plan se pueda desplegar. Pero esa será otra historia…
Óscar Sánchez Martínez.
- Fisioterapeuta y osteópata en Clínica Thuban
- Docente desde el año 2004, ha formado parte del cuadro docente de Astrane, de Instema y de Tupimek hasta el año 2014. En la actualidad, imparte cursos propios y es director del portal de formación terapiafascial.es
- Docente de los Estudios Superiores en Osteopatía de la Universidad Europea del Atlántico.
- Director del Máster de Formación Permanente en Biodinámica de la Universidad Europea del Atlántico
- Fisioterapeuta desde 1997. Postgrado en Terapia Manual Ortopédica, Curso de Movimiento Normal, Curso Básico de Método Bobath
- Experto en Terapia Miofascial, Postgrado en Terapia Craneosacral Biodinámica, Formación Completa en Manipulación Visceral (Instituto Barral).