Drenaje Linfático

El drenaje linfático es un masaje suave, no invasivo apto para cualquier tipo de persona y/o edad, que favorece la mejora de la circulación y evita que la linfa se acumule. Esto se debe a que el sistema linfático, sobre el que se basa este tipo de drenaje, actúa como filtro para eliminar cierto tipo de residuos que pueden acabar dañando el organismo.

La técnica empleada de este masaje se basa en las diferentes escuelas reconocidas por la Sociedad Internacional de Linfología e implantada por el profesor José Antonio Suances. El cual, tras sus años de experiencia y práctica en numerosos pacientes de distintas dolencias, la nombró como Técnica Manual de Drenaje Linfático (TMDL). Cada una de las metodologías mencionadas aporta datos de relevante interés para la práctica. Muchas son las indicaciones del Drenaje Linfático Manual, pero debemos destacar que es la técnica clave para abordar las alteraciones vasculares y para el tratamiento del Linfedema (primario y secundario), siendo una de las patologías más importante del Sistema Linfático, algunos como consecuencia de tratamientos oncológicos. Su utilización y recomendación es en beneficio del sistema circulatorio y el correcto equilibrio de fluidos del cuerpo. Las maniobras del drenaje linfático manual son suaves y superficiales, pues inciden en el sistema linfático que se encuentra a flor de piel, justo por encima de la musculatura.

Se practica principalmente, ligeros bombeos y tirajes que estimulan la entrada de fluidos y material donde se acumulan estas sustancias, y que el sistema circulatorio venoso no es capaz de eliminar.

Desde la recuperación de procesos infecciosos, que toxifican distintas estructuras y órganos, hasta la aplicación, a nivel local, para tratamientos de lesiones de diversa índole que cursan con inflamación y regeneración de tejidos (muy común en esguinces, fracturas, heridas, intervenciones quirúrgicas.), hasta en el ámbito de la estética en tratamientos reductores y de eliminación de desechos, afectaciones de la piel, etc.

·Indicaciones médicas: linfedemas, edemas de embarazo, edemas postoperatorios o postraumáticos, trastornos reumáticos crónicos, fibromialgia, lesiones articulares, etc.

·Indicaciones estéticas: trastornos cutáneos (acné, esclerodermia rosácea, etc..), celulitis, inflamación o distención abdominal, pre y post cirugía estética, piernas hinchadas o cansadas, etc.

· Indicación general: el cuerpo humano en sus procesos fisiológicos normales produce sin pausa sustancias, fluidos, moléculas, metabolitos en definitiva que deben ser procesadas, recuperados, reciclados o eliminados por el sistema circulatorio y el linfático, así que incluso sin tener ningún estado patológico la ayuda y facilitación que aporta el DLM va a ser siempre beneficioso.

La Técnica Manual de Drenaje Linfático cuenta con un amplio respaldo científico y numerosos estudios demuestran su eficiencia y el mínimo riesgo a la hora de tratar multitud de patologías relacionadas con el sistema linfático.

La TMDL es una disciplina resolutiva, útil en un sinfín de patologías y estados, complementa y ayuda en otras técnicas y procedimientos, es suave, agradable, nada invasiva y fácil de aprender por todo tipo de personas. No en vano es común el enseñar sobre la marcha algunas maniobras a familiares o personas de apoyo para aplicar en enfermos crónicos cada día teniendo evidencia científica demostrada.

¿Qué más se puede pedir a una técnica manual? Póngase en contacto con nuestras manos, active su circulación.