La aromaterapia es una terapia natural que utiliza los aceites esenciales para sanar. Esta técnica se puede usar de forma individual, o en conjunto, para potenciar otras terapias.
En este campo, encontramos una gran diversidad de oportunidades, ya que los aceites esenciales son utilizados por una multitud de profesionales, desde dentistas, reflexólogos, osteópatas… hasta profesionales del campo de la medicina estética.
Los aceites esenciales son sustancias liquidas aromáticas. Los antiguos alquimistas lo llamaban el espíritu de la planta.
La molécula de aceite esencial se libera y llega a nuestra nariz, activando los receptores olfativos, los cuales envían estímulos sensoriales a nuestro cerebro. Por ello, los aceites esenciales evocan en nuestra mente recuerdos, sensaciones o emociones que se asocian con ese aroma.
Si eres un profesional de la salud, los aceites esenciales pueden ser un complemento perfecto para mejorar y potenciar tus terapias.
¿Cómo los puedes usar?
Los aceites se pueden usar de forma individual o creando sinergias, los podemos usar puros o rebajados con un aceite base.
Actúan a nivel físico, emocional, mental y energético.
Encontramos tres vías de administración:
Vía oral: a través del aparato digestivo, son incorporados al torrente sanguíneo.
Vía respiratoria: los podemos usar mediante sahumerios o vahos, y por inhalación seca.
Vía tópica: mediante la absorción en piel.
Además, podemos usarlos en perfumes, en difusores, en los baños, con masajes…
Aunque es una terapia que parece inofensiva, hay que tener mucha precaución a la hora de utilizar y recomendar el uso de los aceites esenciales. Debemos tener presente que los aceites esenciales tienen moléculas muy potentes que pueden asemejarse a los medicamentos.
Si quieres aprender más sobre los usos médicos de los aceites esenciales, puedes acceder a esta publicación de Elsevier.
Entre las sinergias y los aceites simples puedes encontrar miles de combinaciones que harán mucho más efectivos tus tratamientos.
En este artículo encontrarás mis 4 aceites imprescindibles y las sinergias que mejor me funcionan para las dolencias que nos encontramos día a día en nuestras consultas.
Lavanda (Lavándula angustifolia):
La lavanda es conocida como la navaja suiza de los aceites esenciales, tiene muchísimos usos, es imprescindible tanto para terapeutas cómo para que forme parte de todos los hogares.
Propiedades principales:
Antiespasmódico. Muy útil para aliviar calambres, contracturas y espasmos musculares.
Calmante, sedante. Se utiliza para combatir el estrés, ansiedad, depresión agitación e insomnio.
Cicatrizante y regenerador de la piel, sobre todo en quemaduras.
Analgésico.
Hipotensor
Antimicrobiano y antiséptico.
Problemas de tipo nervioso: asmas, espasmos digestivos, náuseas y migrañas.
La lavanda es un aceite bastante seguro, lo podemos utilizar tanto tópico (con o sin dilución), como por vía oral e inhalado, siempre y cuando tengamos una lavanda de calidad terapéutica.
¡Cuidado! Muchos aceites esenciales de lavanda están adulterados con lavandín, por lo cual el aceite esencial no será eficaz.
En el siguiente artículo podrás comprobar los mecanismos de acción farmacológica del aceite esencial de lavanda en el sistema nervioso central:
TÓNICO RELAJANTE: En un bote de ámbar de 30 ml, añadimos de 3 a 5 gotas de alcohol (usamos el alcohol como un disolvente porque los aceites no se disuelven en agua), 15 gotas de aceite esencial de lavanda, 5 gotas de madera de cedro y 3 gotas de aceite esencial de naranja, rellenamos el bote con agua. Podemos usarlo siempre que busquemos un entorno tranquilo y relajante.
Menta (Mentha piperita):
Existen muchas clases e híbridos de menta, podemos encontrar hasta unas 20 clases distintas.
La menta piperita se descubrió en Inglaterra en 1696 y enseguida entró a formar parte de la farmacopea inglesa.
Propiedades principales:
Analgésico, se puede utilizar en ciáticas, artritis, reumatismos, tendinitis, golpes y traumatismos.
Antipruriginoso.
Antibacteriano.
Antiviral.
Colerético y colagogo.
Tónico y estimulante en general, por lo que es estupendo para usar en astenia física y mental.
Eupéptico y carminativo.
Se puede utilizar en náuseas y vómitos.
Hipertensivo.
La menta es un aceite que debemos usar con mucha cautela, nunca debemos usarlo sin diluir, no se debe utilizar por la noche, pues te puede causar insomnio. Prueba la menta en las muñecas para hacer una comprobación antes de utilizarla.
TRUCO: puedes hacer unas inhalaciones secas de este aceite esencial antes de comenzar la jornada, te ayudará a tener una mente despejada y enfocada.
En el siguiente ensayo se comprobó cómo el aceite esencial de menta mejoraba el rendimiento de tareas cognitivas exigentes y atenuaba el aumento de fatiga mental asociada con pruebas cognitivas prolongadas.
Gaulteria (Gaultheria procumbens):
La gaulteria es el aceite por excelencia contra el dolor muscular.
Propiedades principales:
Analgésico.
Antiespasmódico.
Antirreumático.
Antiinflamatorio.
Indicaciones:
Tendinitis, artritis, reumatismos y artrosis.
Contracturas y calambres musculares.
Espasmos de cualquier etiología.
Cefaleas.
Este aceite no se recomienda durante el embarazo y la lactancia, ni en niños menores de 6 años. Además, debemos diluirlo siempre porque puede irritar la piel.
MEZCLA ANTIDOLOR: aceite esencial de gaulteria, menta, helicriso, clavo y copaiba, sobre una base de manteca de karité.
Copaiba (Copaifera reticulata):
El aceite esencial Copaiba tiene un aroma suave y amaderado. Se obtiene del árbol Copaifera reticulata en Brasil.
Propiedades principales:
Antiinflamatorio.
Neuroprotector.
Analgésico.
Antibacteriano.
Antimicrobiano.
Antiséptico.
Ansiolítico.
Mucolítico.
Principales indicaciones:
Alivio del dolor, ya que es un potente antiinflamatorio.
Artritis, reumatismos.
Problemas de la piel (psoriasis).
Picaduras de insectos.
Dolor de garganta.
Ansiedad.
Problemas respiratorios (bronquitis, sinusitis).
Una gota de Copaiba en el paladar reduce la sensación de agobio y ansiedad.
Y tú ¿qué necesitas?
Los aceites esenciales no sólo te pueden ayudar a mejorar tus tratamientos, sino que también puede ayudarte a afrontar tu día a día.
Al iniciar y terminar la jornada podemos poner en el difusor una mezcla purificadora compuesta por citronela, romero, hierba de limón, árbol del té y mirto. Esto nos va a ayudar a desinfectar y purificar el ambiente.
Para sobrellevar tantas horas con la mascarilla puesta, podemos añadir una gota de aceite esencial en los extremos. A mi me gusta mucho utilizar sinergias descongestionantes y que ayuden a nuestro sistema respiratorio. Puedes utilizar una mezcla de eucalipto, menta y copaiba.
Entre consulta y consulta, la sala se nos queda muy cargada, podemos fabricarnos un spray con cedro, bergamota y ciprés.
Al llegar a casa, desconecta tu mente del trabajo y relájate. Para ello, puedes usar lavanda y cedro en el difusor, una combinación perfecta para bajar revoluciones y conectar con uno mismo.
Espero que este articulo te haya servido e incrementes el uso de la aromaterapia, tanto en tu día a día como con tus pacientes.
Andrea Ruiz López.
Naturópata. Especialista en Aromaterapia Científica y Nutrición Naturista.
Profesora del curso online de Especialización en aceites esenciales y aromaterapia.